IMPORTANCIA DEL PH DE LA PIEL
¿Sabes cuál es la importancia de regular el pH de la piel y cómo afecta tu salud y belleza?
El pH es una medida de acidez o alcalinidad en una escala de 0 a 14. Un pH neutro se considera 7, mientras que los valores menores de 7 son ácidos y los valores mayores de 7 son alcalinos. La piel humana tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 5.5. Este pH ácido es esencial para mantener la función de barrera de la piel y protegernos de los daños externos.
La contaminación, los cambios de temperatura, la excesiva frecuencia de lavado, los cosméticos alcalinos y productos químicos entre otras muchas cosas pueden desequilibrar de manera significativa el pH en tu piel y cuando esto sucede pueden surgir una serie de problemas. Por ejemplo, si el pH se vuelve demasiado alcalino, la piel puede volverse seca, áspera y propensa a la irritación. También es más susceptible a las infecciones y a los daños causados por los radicales libres. Por otro lado, si el pH es demasiado ácido, la piel puede volverse sensible, enrojecida y propensa a la inflamación.
Razones por las que deberías mantener un pH equilibrado:
- Mantenimiento de la barrera cutánea: El pH ácido de la piel ayuda a fortalecer su barrera natural, misma que protege nuestra piel de bacterias, virus, hongos y otros elementos dañinos presentes en el entorno.
- Hidratación y retención de humedad: Un pH equilibrado favorece la capacidad de la piel para retener la humedad y así evitar la pérdida de agua y una piel deshidratada.
- Prevención de problemas cutáneos: El desequilibrio del pH puede conducir a problemas cutáneos como el acné, la dermatitis y la rosácea.
- Potenciación de la efectividad de los productos para el cuidado de la piel: Muchos productos para el cuidado de la piel tienen un pH específico para ser eficaces. Si el pH de tu piel no está equilibrado, es posible que no obtengas todos los beneficios de los productos que utilizas.
Te compartimos algunos tips para cuidar el nivel de pH en la piel:
- No uses agua muy caliente al bañarte.
- Utiliza esponjas de materiales naturales.
- Aplica cremas hidratantes.
- Usa tónicos especiales para tu tipo de piel que te ayuden a regular tu pH.
- Evita exfoliar tu piel de manera excesiva.
- Busca productos suaves y sin detergentes agresivos que puedan alterar el pH natural.